sábado, 10 de octubre de 2009

Mi Aventura de ser Docente

La historia sobre como llegue a ser docente es un poco paradójica, pues en los inicios de la misma nunca pensé en que pudiera convertirme en docente.

El inicio de mi carrera

Transcurría el año 2000, mientras estudiaba mi educación preparatoria, por una eventualidad del destino, obtuve un trabajo de instalador de computadoras, la cual me redituaba una buena entrada de dinero. Como podrán imaginarse, y aun sin contar la mayoría de edad, un ingreso no solo me colocaba en un estatus social distinto, si no que hasta creaba un poco de admiración ante mis amigos y algunos familiares. Ahí fue cuando nació mi gusto hacia las computadoras, aquello a lo que quería dedicarme.

Al terminar mi educación preparatoria, en el 2001, me sucedió lo que a cualquier joven sin experiencia, la inevitable ceguera por el dinero, no quería saber nada sobre el estudio, lo único que me interesaba era seguir trabajando y seguir teniendo dinero, después de todo ¿A quién no le agradaría esa idea siendo joven?

Mis padres hablaron conmigo para que siguiera estudiando, que tal vez con un poco de esfuerzo y dedicación en algún futuro tendría un mejor trabajo. Al no interesarme nada más que mi trabajo en la instalación de computadoras, pensé en invertir un poco en aprender más sobre ellas. Decidí estudiar ingeniería en sistemas computacionales, en el instituto tecnológico de chihuahua II, como única propuesta a la petición de mis padres.

Del Sueño a la Realidad

Cerca de terminar mis estudios, tuve un sueño que cambiaria mi vida. En el sueño, claramente me mostraba impartiendo clases a un grupo, posteriormente, aplicando un examen. Al despertar recordé mi examen como algo que ya hubiera vivido. Inicio ahí el sueño de dedicarme a la educación.

Para terminar mi carrera en sistemas, se solicita realizar las prácticas profesionales, se me presento la oportunidad de presentarlas en el tecnológico de ciudad Jiménez, en ese tecnológico acababa de iniciar la carrera de sistemas y habían construido un centro de computo para colocar las nuevas computadoras que se habían adquirido, se me encomendó para acondicionar dicho centro de computo como parte de las residencias.

Me di cuenta que en ese tecnológico quien impartía las clases de sistemas, era un ingeniero industrial que sabia bastante sobre computadoras, pero no contaban con personal para impartir las materias de especialidad. Intuí la oportunidad de poder dar clases, como en mi sueño. Empecé a preguntar que se necesitaba para dar clases. Solo me solicitaban que concluyera mis estudios, 1 año de titulado y eso era todo. Me propuse buscar mi sueño y titularme lo antes posible para poder impartir clases.

Tomé un curso de titulación sobre minería de datos para obtener mi título, mientras tanto tenía un trabajo de inspector de calidad en una empresa maderera. Ya casi para terminar mi curso de titulación, un gran amigo me comentó que su hermana daba clases en un bachillerato en la sierra, pero que lo dejaría porque deseaba trabajar en su profesión en Cd. Juárez, me propuso que yo impartiera sus clases, las materias eran de mi carrera, y yo cubría el puesto que solicitaban, inmediatamente busque acepte y me comunique con ellos para que llevarán mis documentos y mi solicitud de trabajo. Para mi buena suerte todo llegó, y el empleo fue para mí. Así llegué a ser docente. Mi sueño se había cumplido.

Aun recuerdo mi primer día clases, la verdad siempre fui un buen expositor, pero entrar a un grupo nuevo, donde a veces se te juzga por las apariencias, no es nada sencillo, las miradas de los alumnos fijas en el nuevo profesor, esperando descubrir quién es y que hace. Es un gran alentador para romper el hielo y empezar a conocerlos,

Ser docente no solo es mi trabajo, es mi pasión, es lo que le da felicidad a mi vida. Cuando uno ama su trabajo, realmente deja de trabajar para siempre. El trato con los alumnos es algo que no cambiaría por nada en el mundo, compartir mi experiencia con ellos en temas de estudio, le ha dado una razón a mi vida, pues es una experiencia muy gratificante. Es lo mejor que me ha pasado. Mi sueño se cumplió, esto es lo que deseo hacer.

No puedo negar que a veces es difícil tratar con algunos alumnos, pero esto es precisamente lo que le da sabor a la vida, las dificultades. Es como la sal que condimenta y da sabor a la comida.

Lo paradójico de mi historia, es que no quería estudiar por desear trabajar, termine trabajando en el estudio.

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